HUESOS DE LA MANO: CARPO, METACARPO Y FALANGES

 

GENERALIDADES:

Los huesos del carpo son un grupo de ocho huesos cortos que forman la base de la mano y la muñeca. Estos huesos se encuentran entre los huesos del antebrazo (radio y cúbito) y los huesos de los dedos (metacarpos). Los huesos del carpo se organizan en dos filas: una fila proximal, que está más cerca del antebrazo, y una fila distal, que está más cerca de los dedos. Estos huesos proporcionan estabilidad y soporte a la muñeca, así como puntos de inserción para los músculos y ligamentos que controlan el movimiento de la mano.

El metacarpo es la región de la mano que se encuentra entre la muñeca y los dedos. Consiste en una serie de huesos largos llamados metacarpianos, que forman la estructura principal de la mano y proporcionan soporte para los dedos.

Las falanges son los huesos que componen los dedos de la mano. Cada dedo tiene tres falanges, con excepción del pulgar que solo tiene dos.

A continuación te compartimos la inervación e irrigación de los huesos del carpo:

INERVACIÓN:

Los huesos del carpo reciben inervación de varios nervios, incluidos los nervios mediano, cubital y radial. Estos nervios se originan en las ramas ventrales de los nervios espinales cervicales y torácicos y proporcionan inervación sensorial y motora a los músculos y la piel que rodean los huesos del carpo.


IRRIGACIÓN:

La irrigación sanguínea de los huesos del carpo proviene de varias arterias, incluida la arteria radial, la arteria cubital y la arteria interósea anterior. Estas arterias proporcionan un suministro sanguíneo adecuado para mantener la salud y la función de los huesos del carpo, asegurando una cicatrización adecuada y un buen funcionamiento de los músculos y tejidos asociados.


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